Esa mañana
el tiempo salió de casa sin tomar su reloj.
Esa semana tuvimos que pasar un año.
Disfrute Su Patria
Zaratustra Vázquez
Las calles duermen,
uno las despierta.
Un tercero
le pide a uno que no las bese,
que no las acaricie
porque todavía están medio dormidas.
Y en un ligero abuso
uno incluso se acuesta al lado de ellas.
Esas calles también despiertan en la mañana.
Y quizá en el calambre
que esa hora regala a los afortunados
le dicen a uno:
Ojalá no te fueras.
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